Europa recomienda aprobar el segundo fármaco para la ELA
La Agencia Europea del Medicamento (EMA) acaba de recomendar la autorización de comercialización en la Unión Europea para una nueva terapia para el tratamiento de pacientes adultos con esclerosis lateral amiotrófica (ELA), una enfermedad rara y a menudo mortal que debilita los músculos y provoca parálisis.
Qalsody (tofersen) estaría indicado para el tratamiento de adultos con ELA, que tienen una mutación en el gen de la superóxido dismutasa 1 (SOD1). Este dato es relevante, apunta Javier Rodríguez de Rivera, Coordinador del Grupo de Estudio de Enfermedades Neuromusculares de la Sociedad Española de Neurología, «solo 1 de cada 100 pacientes».
En pacientes con esclerosis lateral amiotrófica (ELA), las células nerviosas del cerebro y la médula espinal que controlan el movimiento voluntario se deterioran gradualmente, provocando una pérdida creciente de la función muscular y parálisis de los músculos voluntarios, incluido el músculo respiratorio, lo que finalmente conduce a insuficiencia respiratoria.
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La ELA es un trastorno devastador. El tiempo medio de supervivencia con ELA es de dos a cinco años.
En la actualidad no existe cura y la esperanza media de vida de los pacientes es de dos a cinco años desde el diagnóstico. Una realidad a la que tendrán que enfrentarse a lo largo de su vida alrededor de 100.000 españoles, es decir, 1 de cada 400 personas.
En la actualidad solo hay un fármaco aprobado en España, riluzol, señala Rodríguez de Rivera, neurólogo del hospital La Paz de Madrid. Aprobado en 2023, actúa como un inhibidor de la liberación de glutamato. Las guías internacionales de práctica clínica recomiendan iniciar el tratamiento con riluzol lo antes posible tras el diagnóstico y mantenerlo a lo largo de la progresión de la enfermedad. Se estima que puede prolongar la vida entre 6 y 19 meses.
¿Realmente este fármaco funciona? se pregunta este experto. «Riluzol funciona solo reduciendo un 30% la velocidad de progresión de enfermedad. No estamos hablando de un tratamiento espectacular, pero sí en cuanto a importancia, porque no existe nada más».
Actualmente, a los pacientes se les ofrece tratamiento de apoyo para aliviar los síntomas de la enfermedad, como terapia física, ocupacional o del habla y apoyo respiratorio. Sin embargo, existe una gran necesidad médica insatisfecha de terapias eficaces que preserven la función muscular y prolonguen la vida de los pacientes con ELA.
Se desconocen las causas exactas de la ELA, pero se cree que incluyen factores genéticos y ambientales. En aproximadamente el 2% de las personas que viven con ELA, la afección es causada por una mutación (cambio) genético que conduce a la producción de enzimas SOD1 defectuosas, lo que provoca la muerte de las células nerviosas.
Qalsody es un oligonucleótido antisentido que se une al ARNm del gen SOD1 para reducir la producción de la proteína SOD. Al reducir la cantidad de proteína SOD1 defectuosa, se espera que este medicamento mejore los síntomas de la ELA.
La opinión del comité de medicamentos humanos (CHMP) de la EMA se basa en la evidencia, incluida la forma específica en que actúa el medicamento, de los efectos observados en un modelo animal SOD1, biomarcadores y datos clínicos.
Los datos se obtuvieron de un estudio clínico aleatorizado, doble ciego y controlado con placebo de 28 semanas de duración en 108 pacientes de entre 23 y 78 años con debilidad atribuible a ELA y una mutación del gen SOD-1 confirmada por un laboratorio central.
El estudio asignó al azar a 108 pacientes en una proporción de 2:1 para recibir tratamiento por vía intratecal (mediante una inyección espinal) con Qalsody o placebo durante 24 semanas. Durante el estudio se midió la cadena ligera de neurofilamentos plasmáticos (NfL) como marcador de daño y deterioro de los axones (estructuras similares a hilos unidas a las células nerviosas que envían señales fuera de la célula). Se observaron reducciones de aproximadamente el 60 % en las concentraciones plasmáticas de NfL en pacientes que recibieron Qalsody en comparación con el grupo de placebo, lo que sugiere una reducción de la lesión neuronal. También se apreció una mejora en las capacidades físicas de los pacientes que recibieron Qalsody en comparación con los participantes del estudio que recibieron placebo, según lo medido por la escala de calificación estándar conocida como 'Escala de calificaciones funcionales de ALS revisada' (ALSFRS-R) 1.
El CHMP solicitó al solicitante que presentara datos después de la autorización para caracterizar mejor la eficacia y seguridad a largo plazo de Qalsody, sobre la base de un estudio de extensión abierto a largo plazo, la colaboración con dos registros de enfermedades y un estudio observacional basado en registros. Además, se investigará si el uso de este nuevo fármaco puede retrasar o incluso prevenir la aparición de ELA clínicamente manifestada en pacientes con ELA SOD1 presintomática.
Los efectos secundarios notificados con más frecuencia fueron dolor, fatiga, pirexia (fiebre), artralgia (dolor en las articulaciones), mialgia (dolor muscular) y aumento de los niveles de glóbulos blancos y proteínas en el líquido cefalorraquídeo (cerebro y médula espinal).
El CHMP consultó a representantes de los pacientes durante la evaluación de los beneficios y riesgos de Qalsody para garantizar que las necesidades de los pacientes y su perspectiva se tengan en cuenta en el proceso de toma de decisiones regulatorias.
La opinión por la EMA es un paso intermedio en el camino de Qalsody hacia el acceso de los pacientes. Se enviará a la Comisión Europea para que adopte una decisión sobre la autorización de comercialización en toda la UE . Una vez concedida la autorización de comercialización, las decisiones sobre el precio y el reembolso se tomarán a nivel de cada Estado miembro, teniendo en cuenta el papel potencial o el uso de este medicamento en el contexto del sistema nacional de salud de ese país.
¿Qué hacer para recibir el fármaco? Explica González de Rivera que los pacientes españoles con ELA pueden acceder a este tratamiento a través de un sistema de acceso temprano, con el que el hospital puede solicitarlo al laboratorio para acceder a él de forma gratuita. Sin embargo, señala «el problema son los trámites, que a veces lleva meses. Esperemos que se agilicen».
En agosto de 2023, la EMA rechazó la comercialización de Albrioza (Amylyx Pharmaceuticals), un tratamiento para la ELA, al considerar que no ha quedado realmente demostrado que este fármaco retrase el avance de esta enfermedad neurológica.
Las autoridades sanitarias de Canadá aprobaron en 2022 Albrioza, pese a no haber completado todas las fases de investigación. La presión de los pacientes, que no tiene apenas opciones de tratamiento, hizo que Canadá haya justificado su decisión «por las escasas opciones terapéuticas con las que cuentan los enfermos de ELA». «Ahora los beneficios de Albrioza superan los riesgos», argumentó el Ministerio de Sanidad canadiense que se ha convertido en el primer país en autorizarlo.
Sin embargo, la EMA le preocupa que el estudio principal no mostrara de manera convincente que Albrioza fuera eficaz para retrasar el empeoramiento de la enfermedad. Los datos sobre la supervivencia tampoco fueron fiables, dada la forma en que se recopilaron y analizaron.
«No está del todo claro cómo funciona Albrioza, pero se esperaba que los dos principios activos, el fenilbutirato de sodio y la ursodoxicoltaurina, redujeran el daño a las células nerviosas y evitaran que murieran. Se esperaba que esto ayudara a mantener la función muscular normal y retrasara el empeoramiento de la enfermedad», detalló la EMA en un comunicado.
En este sentido, añade González de Rivera, realmente no hay suficiente evidencia como para aprobar Albriozola.
Pero, como señaló en ese momento Adriana Guevara, presidenta de la Asociación Española de Esclerosis Lateral Amiotrófica (adELA) , «cualquier enfermo de ELA está deseando que salga algo, aunque hay que ser prudente y hablar con los especialistas y los investigadores españoles que están muy preparados y que nos van a aconsejar».
Fuente: ABC Salud