Los dos hábitos peligrosos detrás del cáncer que provoca dos muertes por día en Argentina
El 85% de los casos de cáncer bucal se detectan en etapas avanzadas. En el Día Nacional de Lucha contra la enfermedad, cuáles son los síntomas.
Cada día, dos personas mueren en Argentina debido al cáncer bucal, un grupo de tumores que afectan áreas de la cavidad bucal como los labios, la lengua, las encías, el paladar y las mejillas.
Los expertos advierten que el tabaquismo y el consumo excesivo de alcohol, integran una dupla peligrosa que potencia el riesgo de desarrollar la enfermedad. Con 3.000 nuevos casos anuales, el cáncer bucal representa el 4% de todos los tumores diagnosticados en el país. Más de 800 personas fallecen al año por la enfermedad, es decir, dos por día.
Sin embargo, el principal desafío, como en muchos tipos de cáncer, sigue siendo la detección temprana, ya que el 85% de los casos se diagnostican en etapas avanzadas, lo que reduce las probabilidades de éxito en el tratamiento.
El gran obstáculo radica en que la mayoría de la población desconoce que pueden desarrollarse tumores en la cavidad bucal, por eso los expertos insisten en difundir cómo protegerse de los factores de riesgo prevenibles y estar atento a los posibles síntomas.
El cáncer bucal afecta principalmente a los varones, con una relación de tres hombres diagnosticados por cada mujer afectada. En el Día Nacional de Lucha contra la enfermedad, ese dato, junto con la alta tasa de mortalidad, muestra la urgencia de una mayor concienciación para mejorar la prevención.
Los principales factores de riesgo del cáncer bucal son el tabaquismo y el alcohol, que están asociados al 80% de los casos diagnosticados. Fumar, ya sea cigarrillos, puros o incluso el consumo de tabaco sin humo, aumenta la probabilidad de desarrollar tumores en la cavidad bucal.
“El tabaco y el alcohol, además, tienen un efecto sinérgico cuando se combinan”, advirtió a Infobae el oncólogo clínico Agustín Falco, especialista en Tumores de Cabeza y Cuello/Tiroides del Instituto Alexander Fleming (IAF). Esto ocurre porque aumentan el daño celular en las mucosas bucales, lo que impulsa la probabilidad de que las células se conviertan en cancerígenas.
El experto del Fleming señala que, aunque se suele vincular al virus del papiloma humano (HPV) con el cáncer bucal, aún no está claro el papel específico de este virus en los tumores de la cavidad oral, a diferencia de lo que ocurre en los cánceres de orofaringe, donde su incidencia está mejor establecida.
Además, la exposición solar prolongada sin protección, especialmente en el labio inferior, y el exceso de consumo de carnes rojas son factores que incrementan el riesgo, aunque en menor medida.
El Instituto Nacional del Cáncer de los Estados Unidos (NIH) indica que la prevención de las enfermedades oncológicas consiste en adoptar medidas para reducir la probabilidad de desarrollar estas patologías. En ese sentido, los científicos analizan los factores de riesgo (que aumentan las probabilidades de enfermar) y los factores de protección (que las reducen).
Aunque algunos factores de riesgo del cáncer, como fumar, son evitables, otros, como los genes heredados, no lo son. Mantener hábitos saludables, como hacer ejercicio y consumir alimentos nutritivos, puede proteger contra ciertos tipos de cáncer, aunque no garantiza evitar la enfermedad, señala el NIH.
El principal problema para la prevención está vinculado al escaso conocimiento de esta enfermedad en la población: “Gran parte de la población desconoce que puede existir cáncer en la cavidad bucal. Por eso, hay que aumentar su difusión para poder detectar estos casos lo más temprano posible, elevando la chance de curación y con medios menos agresivos para los pacientes”, planteó el doctor Falco, en el contexto del Día Nacional de Lucha contra el Cáncer Bucal, que se conmemora hoy 5 de diciembre.
El especialista también indicó que “los tumores de cabeza y cuello tienen una incidencia media-alta en toda Latinoamérica y particularmente los carcinomas de cavidad oral son una de las localizaciones más frecuentes. En general se presentan entre los 50 y 70 años de edad”. Este rango de edad es clave para enfocar los esfuerzos preventivos, pues permite la identificación más temprana de los casos.
El tratamiento del cáncer bucal ha dejado de ser exclusivo del oncólogo. Un enfoque multidisciplinario es ahora fundamental para garantizar el mejor pronóstico para los pacientes.
Según el doctor Falco, este enfoque debe involucrar no solo a cirujanos, oncólogos y radioterapeutas, sino también a odontólogos, fonoaudiólogos, enfermeros especializados y nutricionistas. La colaboración de estos profesionales permite una mejor prevención, detección temprana y, sobre todo, un tratamiento menos agresivo, lo que se traduce en menores secuelas para los pacientes.
El trabajo en equipo también tiene un impacto positivo en la calidad de vida de los pacientes, quienes pueden acceder a tratamientos menos invasivos si el cáncer es detectado a tiempo. “La prevención y la detección precoz son las que llevan a encontrar tumores mucho más pequeños y abren la posibilidad de acceder a tratamientos más simples. Esto significa terapias menos agresivas para los pacientes, con menos secuelas y complicaciones”, afirmó el oncólogo.
Los síntomas del cáncer bucal suelen ser discretos en sus primeras etapas. La presencia de úlceras o lesiones en la lengua o en el interior de la boca que no cicatrizan después de algunas semanas es uno de los primeros indicios de la enfermedad.
Cualquier herida que no se recupere en un plazo de 10 días debe ser motivo de consulta con un médico. Además, dientes flojos, dolor al tragar o la aparición de protuberancias dentro de la cavidad bucal también son señales de alerta.
“El signo más frecuente en estos casos es la presencia de una úlcera en la lengua o boca que no resuelve luego de algunas semanas. Eso debe ser motivo de consulta con su médico de cabecera”, explicó Falco. Este tipo de señal debe ser observado cuidadosamente, y si la lesión no cicatriza en más de 10 días, es fundamental buscar atención médica.
Una de las estrategias más simples y efectivas para detectar el cáncer bucal a tiempo es la autoevaluación. Conocer las características normales de la cavidad bucal permite al paciente detectar anomalías que podrían pasar desapercibidas en una revisión rutinaria. Los expertos sugieren que la autoexploración de la cavidad oral debe ser parte de las prácticas cotidianas de higiene personal, y se debe realizar al menos una vez al mes.
“El tratamiento fundamental en estos casos es la cirugía. Otras terapéuticas pueden considerarse, como la radioterapia, la quimioterapia o incluso la inmunoterapia”, señaló el experto y enfatizó en que, una vez diagnosticado un tumor bucal, las perspectivas de curación mejoran cuánto más temprano se lo haya detectado.
El especialista del IAF consideró que el abordaje terapéutico debe estar consensuado “desde el inicio del tratamiento en discusión multidisciplinaria, preferentemente en centros con experiencia en el manejo de estos pacientes”.
Fuente: Infobae